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La diversidad genital es natural

Los órganos genitales femeninos han sido durante mucho tiempo una fuente de fascinación, pero también de confusión, ansiedad o vergüenza corporal. Hay sorprendentemente pocas descripciones de genitales femeninos normales en la literatura médica.

Las descripciones precisas y detalladas son raras incluso hoy en día y esto podría deberse a que la cultura y la sociedad occidentales patriarcales todavía se niegan a evolucionar y dejar de lado ideas y conceptos obsoletos.

Por ejemplo, la palabra vagina suele usarse de forma incorrecta para referirse a los genitales femeninos, cuando en realidad es solo una pequeña parte de ellos.

La vulva es el término correcto para describir las partes externas de los órganos sexuales femeninos. La vulva incluye el montículo púbico, los labios mayores y menores, el clítoris, la uretra y la vagina.

La vagina es un canal muscular que se extiende desde el cuello uterino (la abertura de la matriz) hasta la abertura vaginal.

La principal fuente de representación de los genitales femeninos para la gente común se identificó como la pornografía, que se considera que influye de manera poco realista en la comprensión de la apariencia genital de las personas.

Además, los medios de comunicación  se consideraron importantes para influir en la comprensión de la llamada "perfección" en términos de apariencia genital femenina y masculina.

La literatura contemporánea también identifica que la pornografía y los medios juegan un papel importante en el establecimiento de las normas de la apariencia genital. Como consecuencia, este predominio de una representación genital femenina idealizada dentro de los principales medios de comunicación y la pornografía se asocia con una mayor demanda de modificación quirúrgica de los labios. Lo que comenzó como una cirugía para ayudar a las mujeres cuyos labios vaginales les causaban molestias o infecciones, se convirtió actualmente en una cirugía electiva para lucir perfectas en tanga. Las mujeres y las niñas de todo el mundo buscan cirugías innecesarias (labioplastia) para obtener un 'coño de Barbie' y personas ignorantes con una concepción limitada de los cuerpos femeninos las avergüenzan de la vagina. Los especialistas saben que esto es solo una solución quirúrgica a un problema psicológico, y que los cirujanos están aprovechando la actualidad, utilizando esto para ganar dinero fácil.

Hasta hace poco no había fuentes para ir a estudiar los genitales femeninos. En los libros de medicina y educación sexual había diagramas de talla única mal dibujados, pero había mucha pornografía.

De hecho, hay estadísticas que muestran que las modelos porno buscan cirugía de labios solo para trabajar en la industria.

En 2018, un equipo de investigadores ginecólogos suizos publicó un estudio sobre una muestra de población de entre 15 y 84 años que respalda lo que debería haber sido más claro desde el principio: los genitales femeninos externos vienen en una gran variedad de formas y tamaños, y no hay ' normal' o 'anormal'.

La apariencia de los genitales femeninos sigue siendo un tabú social y religioso. A lo largo de la historia hubo muchas obras de arte y literatura que relataban la virilidad de los hombres, y las relacionaban con las dimensiones de sus genitales. Incluso hoy en día, hay muchas publicaciones sobre dimensiones masculinas y casi ninguna sobre mujeres.

 El clítoris, por ejemplo, fue descrito por primera vez por María Bonaparte hace menos de un siglo. Muchas pacientes, incluso las más jóvenes, no saben lo que significa la palabra vulva. Simplemente lo confundieron con 'vagina'. Pero, por supuesto, todos saben lo que significa pene”.

El enfoque de la cultura occidental en la juventud tampoco ayuda. Las vulvas de las estrellas porno o las llamadas 'vulvas maravillosas' en nuestra cultura son casi como la vulva de una adolescente. Esta podría ser la razón por la cual las mujeres tienen problemas para aceptar cómo cambia su cuerpo.

La salud sexual y reproductiva de las mujeres exige más investigación y toda la sexualidad femenina requiere más investigación.

Si no tienes un 'espécimen de 22 cm' o un 'coño adolescente', entonces te sientes una persona inferior, vulnerable e incapaz de satisfacer a cualquier mujer u hombre. El tamaño del pene o el aspecto del coño están asociados con relaciones exitosas en la sociedad actual. Necesitamos aprender que la pornografía no es la norma. Esta narrativa es absurda, falsa y totalmente tóxica para todos nosotros.

Como muchas grandes obras de arte, The Great Wall of Vagina Vulva comenzó como una idea. En 2006, el artista británico Jamie McCartney trabajaba para un antiguo museo de educación sexual en Londres y se le encargó producir varias figuras de tamaño natural, así como moldes de senos, vulvas y penes como pieza central. Aunque hacer esculturas figurativas era bastante rutinario para él, confesó que hacer partes genitales no lo era.

Mientras seleccionaba a las mujeres para su proyecto, se sorprendió por la cantidad de personas descontentas con sus genitales. Pensaron que sus labios eran demasiado grandes o demasiado largos o asimétricos o del color "incorrecto" o que sus clítoris eran demasiado grandes o demasiado pequeños, etc. Ninguna mujer estaba realmente feliz con lo que tenía. Había mucha ansiedad genital entre las mujeres en torno a este tema y nadie hablaba realmente de ello.

Así que se embarcó en un proyecto para crear una escultura monumental para terminar con la confusión, a una escala que no podía ser ignorada: 400 mujeres hicieron públicas sus partes íntimas a través de su obra.

Le preocupaba que la falta de información condujera a una creciente ansiedad genital, por lo que esta escultura es su respuesta y campaña para demostrar simplemente la diversidad de la vulva.

Esto es arte con un fin social y el mensaje es que ninguna vulva es vulgar ni anormal. Su trabajo se exhibe ahora en museos de todo el mundo y es una gran contribución a una educación sexual mejor y más sana. Porque todos, hombres o mujeres, necesitamos aprender y recordarnos que la pornografía no es el estándar, sino la excepción cuando se trata de nuestra salud sexual y bienestar íntimo y emocional.